TU SER INTERIOR .

Caminaré hasta el centro de tu corazón...
me vestiré de blanco como la nieve...
me sentaré...
contemplaré el silencio de tu corazón...
me quedaré allí eternamente...
lo escucharé el crisol de tu sentir...
no miraré...
no abriré mis ojos...
sólo quiero sentir la paz de tu corazón,
la dulce melodía de tu silencio hasta que llegue la aurora y el alba...

Me elevaré al cristal de luz que habita dentro de ti...
meceré tu ser con una suave brisa...
te moveré como un niño en su cuna...
mas no pensaré ni diré palabra alguna...

Quiero sentir el silencio infinito...
se escucha en el amor inundando tu ser de paz...
de luz...
de una vibración suave que te eleva...
te lleva al habitáculo de cristal...

Quiero invitarte a que entres a este lugar
y que te sientes junto a mí en el crisol de tu corazón...
toma mis manos que están extendidas a ti...
no pienses en nada...
escucha el silencio de tu corazón...
el infinito cantar de tu amor...
únete a la más alta de las montañas...
desde ahí como un balsamo suave deslízate a la nube
y siente su suavidad...
imagina que eres un niño jugando con la nube...
es blanda... es suave... es helada...
puede tener el color que tú quieras ponerle...

Todos los corazones que habitan la humanidad
en este momento están dentro de ti...
pero es un latido...
siente como late mi corazón...
es el latido de cada ser que habita la Tierra...
y este latido a todos los animales...
a todo ser vivo...
este latido es el sentir de mi silencio dentro de tu corazón,
me pongo de pié lentamente...
puedo mirar lo que hay dentro de tí pues aquí vivo...
mi despertar te lo debo a tí que me dejas hablarte...
me dejas describir cómo habito en tí...
la luz que hay es cegadora ...
comprendo muy bien que soy tu Ser Superior
y comprendo muy bién que soy tu Santo Ser Crístico que habita en tí
y que te rodea en una danza de suaves petalos...

Amado ser...
que me estás escuchando,
te estoy habitando...
me estoy elevando para que tomemos conciencia de nuestro encuentro
y que tu sabiduría se una a la mía...
para que podamos amarte yo a tí y amarme tú a mí ...
para que podamos hablarte yo a tí... hablarme tú a mí
y seamos un regalo divino de amor caminando los parajes de nuestra Madre...
no puedo vivir sin ti...
no me dejes abandonado en un rincón...
que me gusta contemplar tu bello corazon y que me gusta hablarte de amor...
sólo te pido que algunas veces te dirijas a mí para yo poder responderte
y decirte cuanto te amo y cuanto te espero...
tal suavidad y tal dulzura te la regalo solo para ti...
aunque ya sabes como late el corazón...
ahora me quedaré aquí sentado tranquílamente en tu castillo interior...
te dejaré libre como siempre has estado...
en tu largo caminar...

Te bendigo y te abrazo, amado mío, desde tu silencio interior...

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